martes, 23 de octubre de 2012

.Arquitectura en Barro.¿Utopia o alternativa constructiva real?

Arquitectura en Barro
 ¿Una utopía o una alternativa constructiva real?
Por Eduardo Valverde de Batsu Arquitectura
De barro fuimos hechos y al barro volveremos…
Bahareque!  La sola mención de esta palabra evoca recuerdos de fotos antiguas en blanco y negro, casas cuyo interior parece esconder espíritus de aquellos que las habitaron. Fachadas cansadas que parecen doblegarse al tiempo, ya siendo penetradas por bejucos que parecen exponerse triunfantes a través de la caña brava y el barro. Miles de historias tejidas ante la presencia silente de madera tosca y dura, de recortes viejos de periódico…de imágenes de vírgenes y ángeles que parecen mirar insistentemente a quienes otrora se atrevían a pasearse por sus dominios. Chunches viejos…rayos de sol atrevidos que usurpan hasta los espacios más recónditos, como queriendo espiar lo que sucede en el interior…
Barro…caña…madera…
La construcción en bahareque tiene sus inicios en el periodo precolombino, sin embargo, durante un periodo de tiempo es reemplazada por el adobe. Este último es prohibido luego del terremoto de Cartago retomándose la técnica del bahareque como alternativa constructiva segura, según lo establecido por el artículo 2 del Reglamento de Construcción que para tal efecto se redactó en esa época, el cual rezaba de la siguiente forma:
Art. 2: Se permiten dichas construcciones cuando se hagan en bahareque, de madera, de marco, de horconadura, con cemento armado, con ladrillo, o totalmente metálicas, previa licencia de la autoridad y de acuerdo con el reglamento que al efecto emita el Poder Ejecutivo. Esta licencia solo es necesaria cuando se trate de construir dentro del cuadrante de las poblaciones.”
Posteriormente, el bahareque cayó en desuso debido a la holgura económica del siglo XX, donde fue reemplazado por materiales como el concreto armado, la tablilla de madera, el metal, cerámica etc.

Se han encontrado restos de construcciones en tierra con armazones de caña y madera en lugares como Nicoya, provincia de Guanacaste  y San Ramón. Se sabe que los indígenas cavaban una zanja que rellenaban con piedra, fijaban unas estacas verticales a la misma y posterior a la colocación del encofrado de caña, rellenaban con barro y pedazos de ollas. El repello de 3 mm de espesor agregaba el acabado final el cual era quemado para darle la consistencia adecuada.
Sin embargo, en la actualidad y debido a la gran actividad sísmica del país, la técnica original del bahareque ha sido prohibida. A pesar de esto y a raíz de la creciente incertidumbre causada por el uso y abuso de materiales con alta dependencia de energía para su manufactura como el aluminio y  los plásticos, diferentes grupos se han dado a la tarea de rescatar estas técnicas ancestrales y buscar la forma de darles integridad estructural, para que las edificaciones construidas de esta forma, sean seguras y legales desde el punto de vista de la normativa correspondiente.
El bahareque de alto rendimiento es una variación de la técnica original que implica el uso de una estructura portante de madera o bambú sobre la cual son llevadas las cargas propias de la edificación, así como todas aquellas cargas externas como sismos, vientos y otros. Los muros en este caso, no soportan ninguna carga más que la propia y funcionan solamente como cerramientos, amarrada la pared de barro a la estructura portante a través de un encofrado de reglillas de  bambú Guadua o cañas enteras de Polistachys aurea.
 La gran ventaja del barro como cerramiento es que es higroscópico, esto quiere decir que entre más alta la temperatura exterior más baja la temperatura interior del edificio. Este efecto conocido como efecto botijo funciona de la siguiente manera: la humedad transita a través de los muros de barro hasta llegar al exterior de la vivienda. Al tocar el aire caliente externo, se evapora, pero para poder hacerlo necesita absorber el  calor desde dentro de la vivienda, bajando la temperatura a niveles de confort.
 De esta forma, las viviendas de bahareque son increíblemente frescas en lugares de clima caliente como la Península de osa o Guanacaste.
  El bahareque además, es más amigable con el ambiente, la extracción y puesta en sitio del barro no implica un elevado consumo de energía, los componentes estructurales como la  madera y el bambú tiene un índice de energía incorporado* de 200Kw/h/ton el cual es el más bajo de todos los materiales actualmente usados en construcción. Una de las pautas a tomar en cuenta a la hora de elegir materiales sostenibles es el hecho de que provengan de fuentes abundantes y renovables. ¿Que puede ser más abundante que la tierra? Además, una casa de bahareque, si es abandonada, volverá a la tierra sin tomar cientos o miles de años en desintegrarse. Esta condición se conoce como filosofía de La cuna a la cuna, la cual básicamente predica que cualquier material que usemos debería tener la capacidad de volver a la tierra con la misma rapidez con la que salió de ella.
Energéticamente, el bahareque representa el contacto con nuestra madre tierra en nuestra tercera piel, la arquitectura. Espacios creados con barro nos permiten respirar e intercambiar energía con el medio ambiente. Esto reduce las ansiedades, las depresiones y mejora nuestra calidad de vida.
 Actualmente nos enfrentamos a un cambio de paradigma, la crisis económica nos ha enseñado una lección, hay que estar preparados. Sin embargo, esto no significa guardar alimentos o ahorrar dinero con vehemencia. Significa aprender  a cultivar  la tierra, aprender a usar de manera racional lo que la naturaleza nos ofrece  para construir nuestras viviendas y aprovechar de manera respetuosa los recursos de nuestros mares. Los talleres de construcción alternativa, además de enseñar técnicas constructivas ancestrales, pretende poner de manifiesto esta necesidad y además, hacer conciencia sobre la creciente destrucción de nuestros bosques lluviosos a raíz de las practicas constructivas mal planificadas y el desperdicio de recursos.

 Solo tenemos un planeta. Las decisiones que tomemos hoy determinaran el bienestar de las generaciones futuras. Cuando construya, piense en soluciones amigables con el ambiente y atrévase a construir con barro!! Después de todo…de barro fuimos hechos y al barro algún día volveremos… ¡

*Índice de energía incorporado: Cantidad de energía que se necesita para extracción, manufactura y puesta en el sitio de un material específico. Se mide en kilowatts/hora/tonelada o kilowatts/hora/metro cubico.

Documento redactado por Eduardo Valverde de Batsu Arquitectura
en colaboración con la organización  Planet Conservation





No hay comentarios:

Publicar un comentario